
No estás buscando apoyo emocional. Estás buscando recuperar el timón.
El universo Online no necesita otro espacio de terapia. Lo que yo ofrezco aquí es otra cosa.
Un lugar donde no se viene a sentirse comprendido, sino a mirar de frente lo que se está tolerando.
Un lugar donde no se calma el malestar, sino que se le da un sentido.
Un lugar donde no te prometo alivio, pero sí un cambio real… si estás dispuesto a atravesar lo incómodo.
No trabajo desde el consuelo. Trabajo desde la verdad.
Y lo que quiero que te lleves de cada sesión no es una sensación bonita,
sino una decisión valiente que te devuelva el control sobre tu vida.
Esto no es para cualquiera. Pero si estás harto de repetir el mismo ciclo, quizá sí sea para ti.
Hay un momento en que ya no basta con entender el problema. Ni con explicártelo mejor, ni con controlar los síntomas. Ese momento llega cuando te das cuenta de que no puedes seguir igual, pero tampoco sabes por dónde empezar. Cuando lo que antes te servía ya no te sirve, y lo nuevo aún no ha tomado forma.
Ahí es donde trabajamos. No desde el análisis interminable ni desde el consuelo fácil. Trabajamos desde la lucidez incómoda, esa que empieza cuando asumes que algo tiene que cambiar… aunque no sepas aún el qué.
Si estás en ese punto, nos podemos entender.
Qué hacemos en las sesiones presenciales
Aquí no se trata de hablar por hablar. Cada sesión es una conversación honesta que va directa al centro, no para aliviarte, sino para activarte. No vengo a darte herramientas genéricas ni a escucharte sin más. Lo que hacemos aquí es mirar juntos lo que llevas tiempo evitando y decidir qué vas a hacer con ello.
Mi trabajo no es suavizar tu malestar, sino ayudarte a entender qué lo está alimentando. A veces eso implica incomodidad. Pero no hay avance real sin tocar lo que incomoda. En lugar de rodearlo, lo ponemos sobre la mesa, lo nombramos con claridad, y desde ahí trazamos una dirección.
No soy terapeuta. No soy coach. No tengo un protocolo prefabricado. Lo que hago es ayudarte a recuperar poder. A que cada decisión que tomes, por pequeña que sea, salga de ti. Que no vivas más desde la reacción o desde el miedo, sino desde un punto interno más firme. Ese que tal vez ahora sientes lejos, pero que sigue ahí.
Saldrás de cada sesión con algo concreto. A veces será una decisión. A veces, una pregunta que no puedes seguir evitando. A veces, una hoja de ruta. Pero siempre algo que te mueva. No vengo a darte respuestas bonitas. Vengo a devolverte el control.
Superar la ansiedad en Colmenar Viejo
Ansiedad: cuando ya no puedes seguir igual
Cuando todo se acelera por dentro, no sirve distraerse ni aguantar. A veces lo que necesitas no es respirar hondo, sino entender qué te está desbordando. → Ir a superar la ansiedad Online
Mejorar la autoestima en Colmenar Viejo
Autoestima: ese juicio silencioso
A veces te hablas como no hablarías a nadie. Y terminas creyéndotelo. Pero hay otra forma de estar contigo. → Ir a Mejorar la Autoestima Online
Resolver conflictos personales en Colmenar Viejo
No saber cómo hablar sin discutir
Hay vínculos que se resienten porque nadie sabe cómo salir del bucle. No siempre se trata de ceder, a veces se trata de entender. → Ir a resolver conflictos personales Online
Gestionar el perfeccionismo en Colmenar Viejo
Cuando todo tiene que estar perfecto… y nunca es suficiente
El perfeccionismo no es exigencia saludable. Es ansiedad con disfraz de control. Y suele dejarte agotado y con la sensación de que nunca vales del todo. → Ir a gestionar el perfeccionismo Online
Romper la procrastinación en Colmenar Viejo
Cuando posponer se convierte en modo de vida
Las cosas se acumulan, tú te paralizas y el malestar crece. Romper con esa inercia requiere algo más que fuerza de voluntad. → Ir a romper con la procrastinación Online
Afrontar una crisis vital en Colmenar Viejo
Sentirte perdido también tiene sentido
No estás fallando. Estás en un punto donde tu forma de vivir ya no te vale. Y quizá, justo ahí, empieza lo valioso. → Ir a afrontar una crisis vital Online
Tomar una decisión importante en Colmenar Viejo
Cuando no decidir también es una decisión
Dudas, das vueltas, analizas, pospones… Pero decidir implica arriesgar. Y a veces, solo necesitas claridad y un empujón honesto. → Ir a tomar una decisión importante Online
Por qué esto funciona
Funciona no porque sea cómodo, ni porque te sientas mejor al salir de cada sesión. Funciona porque te devuelve poder, porque deja de tratarte como alguien frágil y empieza a reconocerte como alguien capaz.
No hablo desde una teoría, hablo desde la experiencia. No me sitúo por encima, pero tampoco me quedo al margen. Estoy contigo, pero no para suavizar, sino para ayudarte a avanzar.
No te acompaño, te desafío. No escucho para validar lo que ya sabes, sino para cuestionar lo que te mantiene bloqueado.
No te doy respuestas bonitas, te lanzo preguntas reales. De esas que duelen un poco pero abren un espacio nuevo.
No hago de terapeuta, hago de espejo. Uno que no siempre gusta, pero que te muestra lo que necesitas ver.
No prometo magia, pero sí un proceso concreto. Y si tú estás dentro de ese proceso, el cambio llega.
Si dudas, mejor
Nadie empieza este camino con certezas. La duda es una señal de que estás despierto. Si lo tuvieras todo claro, no estarías aquí. Lo importante no es que sepas si estás preparado, sino que reconozcas que ya no puedes seguir como hasta ahora.
La primera sesión no es un compromiso eterno. Es una forma honesta de ver si este enfoque es para ti. Y si no lo es, lo sabrás enseguida. Pero si lo es, puede ser el principio de algo distinto: una forma más firme, más digna y más auténtica de estar en tu vida.
Aquí no vienes a que te escuchen. Vienes a decidir.
Aquí no vienes a soltar lo que te pesa, sino a mirar qué haces con eso.
Aquí no vienes a que te entiendan, vienes a entenderte lo suficiente como para moverte.
Aquí no vienes a hablar de tu historia, vienes a cambiar el rumbo.
Y sí, puede doler.
Y sí, da miedo.
Pero si has llegado hasta aquí, probablemente ya no estás buscando alivio. Estás buscando dirección.
Y eso, en este espacio, sí lo vas a encontrar.
¿Quieres dar ese primer paso incómodo?
No necesitas tenerlo todo claro. Solo saber que no puedes seguir igual.