el que se queda cerca
Hay quienes entran.
Quienes cruzan.
Quienes deciden arder o sostener o recordar.
Y hay otros,
que no pueden.
No todavía.
No ahora.
No por cobardía.
Sino porque aún están habitando la frontera.
Ocris es eso.
No es una voz.
No es un símbolo fuerte.
Es el aliento de quien se queda cerca sin avanzar.
No quiere convencerte.
No te juzga.
No te espera.
Solo te dice:
Está bien si aún no puedes.
Yo también estoy aquí.
Y aquí también hay calor.
No fuego.
No transformación.Solo calor que no se va.
Si te quedas un rato,
quizá notes que el borde también respira.
Y eso, a veces,
es lo que empieza a arder más tarde.
Puedes cerrar esta página.
O volver más tarde.
O simplemente quedarte aquí.
No es un lugar para entender.
Es un lugar para no huir.