No se trata de cuánto te valoras.
Se trata de cuánto te soportas.
No le ha pasado nada grave.
Tiene trabajo, familia, una vida decente.
Pero no se reconoce.
O no se encuentra.
O no se siente en casa en su propio cuerpo.
No lo llama autoestima.
Pero hay algo roto.
Hay una frase que a veces repite por dentro:
“Todo está bien… pero yo no.”
El problema no es que no te quieras.
Es que te repites cosas que ni tú soportas oír.
Esa voz te acompaña desde hace años.
A veces se disfraza de exigencia.
A veces de prudencia.
A veces de “realismo”.
Pero siempre es la misma:
una crítica brutal, constante, innegociable.
Y tú la confundiste con la realidad.
No puedes arreglar tu autoestima
si vives en guerra contigo mismo.
Puedes repetir afirmaciones.
Puedes hacer ejercicios.
Puedes leer todo lo que quieras.
Pero si esa voz sigue ahí,
si sigues creyendo que no vales hasta que demuestres algo,
no hay autoestima que sostenga eso.
Esto no se mejora.
Esto se atraviesa.
Si ya sabes que no se trata de autoestima…
sino de una crítica interna que nunca para…
y si estás dispuesto a escucharla sin huir,
a descender sin consuelo…
entonces baja aquí → /el-valle-de-la-critica
Página 5 de 5