No vas solo.
Aunque aún no veas a nadie.

Este no es un espacio de inspiración.
Ni una galería de modelos.
Es un umbral.
Un lugar que aún está en sombra.
Donde algunos ya están… pero no se han mostrado.

No son guías.
Ni héroes.
Son brasas humanas.
Personas que ardieron sin hacer ruido.
Que caminaron cuando todo dolía.
Y que, de algún modo,
te están esperando.

Todavía no están escritos.
No los he reunido.
No sé siquiera si los encontraré a todos.
Pero sé que vendrán.

Vendrán cuando toque.
Cuando su historia tenga sentido en este fuego.
Cuando yo pueda decir: «esta presencia sí sostiene.»

Algunos serán conocidos.
Otros, invisibles.
Quizá uno seas tú.

Este espacio no está listo.
Y no importa.

Porque no es una lista.
Es una fogata que arderá cuando el momento sea exacto.

Y tú sabrás cuándo llegar.
Porque el calor será real.
Y no estarás solo.

Y cuando llegue

¿Por qué esto cuesta lo que cuesta?

Porque esto no se diseñó para captar, sino para tocarte.
Porque quiero que llegue a quien lo necesita, no solo al que puede pagarlo.
Porque esto no quiere retenerte, sino encenderte.

Lo que ofrezco tiene valor. Pero no quiero que el dinero sea un muro.
Por eso este precio es suficiente para que yo pueda seguir creando,
y accesible para que tú puedas cruzar sin miedo.

Si te toca, ya vale más que su precio.
Si no, no hay cifra que lo arregle.