Esto aún no está.
Pero ya hay grietas.
Y si te acercas, puede que oigas crujir.
Aquí vendrán las Trenzas.
No como teoría.
Ni como consejos.
Serán desafíos simbólicos.
Cada uno con un nudo inicial que te interpela.
Tres hebras entrelazadas: emoción, lógica, imagen.
Y al final, un hilo suelto.
Si tiras, algo se mueve.
En ti.
En tu forma de mirar.
Incluso en cómo empezó todo.
El nudo puede aflojarse.
Endurecerse.
Quemarse.
No hay garantías.
No hay camino seguro.
Solo una estructura viva que te devuelve lo que hagas con ella.
No hace falta decidir ahora.
Pero si algo dentro empieza a calentarse…
Es que el fuego ya ha empezado.
→ Cuando amar te hace más pequeño
→ Test de Autoestima – ¿De verdad necesitas que te lo confirmen?